viernes, 18 de noviembre de 2022

tenicas culinarias 3

técnica culinaria

La seguridad en la cocina es fundamental para la preparación y cocción de los alimentos, ya sea en restaurantes, en casa, o en cualquier lugar donde los prepares. Tener en cuenta la limpieza y comprender los peligros presentes pueden ayudarte a evitar accidentes y enfermedades derivadas de la higiene en la preparación de alimentos. Algunas pautas que deberás tener en cuenta para esto serán: 

Una higiene personal adecuada, incluido el lavado frecuente de manos y brazos.

Limpieza y desinfección adecuada de todas las superficies y utensilios en contacto con alimentos, así como también del equipo de alimentos.

Buen mantenimiento y limpieza básica del lugar.

Almacenamiento de alimentos durante el tiempo adecuado y a temperaturas seguras.

Buenas prácticas de sanidad en la cocina 

El saneamiento de la cocina se refiere a aquellas medidas favorables que tomas para prevenir enfermedades y proteger la salud de tu familia o de tus clientes si tienes un restaurante o negocio de comidas. Su importancia radica en que muchos de los alimentos que comes, carnes y otros productos agrícolas, pueden contener microbios que afectan el organismo si son tratados de la forma incorrecta; así como su fácil contaminación.

Almacenamiento de alimentos

Si conservas los alimentos correctamente, seguro evitarás pérdidas, sobre todo cuando en tu restaurante tienes horarios especiales. Este almacenamiento es vital en la higiene y seguridad en tu cocina. Para hacerlo, sigue las siguientes recomendaciones:

Mantén la temperatura de tu refrigerador por debajo de 40 grados y el congelador por debajo de cero. 

Envuelve la carne de forma segura para evitar el goteo sobre otros alimentos.

Usa los alimentos enlatados antes de las fechas de vencimiento.  

Es fundamental evitar el contacto entre los alimentos y el aire, así que asegúrate de guardarlos siempre en recipientes con tapa o cubiertos con film transparente, especialmente cuando aún están calientes. Si tienes un restaurante, procura usar un refrigerador que permita una temperatura constante interna, incluso con los cierres y aperturas frecuentes. 

En el caso de la descongelación de los alimentos, estos deben realizarse directamente en el

refrigerador para evitar el crecimiento de bacterias provocadas por cambios bruscos de temperatura. La recomendación es que tu cocina esté equipada para brindar el microclima perfecto y mantener la temperatura y el contenido de humedad de los alimentos.

En la cocción y mantenimiento de alimentos 

Los alimentos deben servirse a una temperatura de al menos 70° C. La zona de peligro es aquella cuando las bacterias se multiplican rápidamente y se encuentra entre los 15°C y 55 ° C.

Uso correcto de utensilios en la cocina

Para evitar que utensilios calientes se resbalen o se derramen, usa las herramientas adecuadas:

Usa herramientas con agarraderas si tiene dificultades para agarrar firmemente las ollas u otros utensilios. 

Utiliza pinzas para manipular productos grandes y firmes. Cuando lo hagas con artículos calientes, agárralos firmemente y ten cuidado con las salpicaduras de aceite o agua.

Cuando uses herramientas que tienen bordes afilados y careces de experiencia, úsalos lentamente hasta que lo domines. Por ejemplo, los ralladores, tienen el potencial de cortar dedos o manos si los usas mal o estás distraído.

Mantén los utensilios limpios para evitar la contaminación de los alimentos. Cuando te seques las manos o guardes los utensilios afilados, observa dónde lo ubicas para prevenir accidentes.

La seguridad en los cuchillos

El uso apropiado de un cuchillo puede ayudar a prevenir lesiones graves, evitarlo dependerá de seguir las siguientes instrucciones:

Siempre manipula los cuchillos con precaución.

Al tomar un cuchillo, asegúrate de sostenerlo únicamente, evita estar distraído.

Mantén los cuchillos afilados para evitar esfuerzos al cortar, rebanar o cortar en cubitos. Es más probable que un cuchillo sin filo se resbale y cause una lesión. Por otro lado, dado el caso de cortarte, el afilado provocará un corte más limpio, más fácil de cuidar y cicatrizar.

Al cortar objetos redondos, corta un lado para que quede plano y luego coloca ese lado hacia abajo sobre la tabla de cortar. De esta manera, puedes estabilizar cualquier elemento que estés cortando.

Sujeta el mango del cuchillo firmemente y coloca la otra mano sobre el cuchillo para evitar cualquier contacto con la hoja. En ese sentido, nunca trates de atraparlo si se te cae.

Utiliza un cuchillo adecuado para evitar lesiones.  Recuerda que tu receta determinará el mejor cuchillo para el trabajo. Algunos de los que puedes usar son:

Cuchillo del chef para picar y cortar grandes cortes de carne.

Cuchillo dentado para rebanar pan, tomates o piña.

Cuchillo para mondar para  pelar frutas, rebanar frutas / verduras pequeñas.

Una cuchilla especial para cortar huesos o cortes grandes de carne.

Cuchillo deshuesador para el fileteado de pescado o deshuesado de pollo.

Higiene en la manipulación de alimento

Los procedimientos de limpieza del Código de Alimentos de 2009 de la FDA, de Estados Unidos, recomiendan que los empleados de alimentos se laven las manos y las partes expuestas de los brazos. Incluidos los dispositivos protésicos, durante al menos 20 segundos con un compuesto de limpieza en un lavamanos. Posterior a ello, evitando volver a contaminar sus manos o prótesis después de lavarse, los empleados deben utilizar toallas de papel desechables cada vez que toquen superficies como manijas de grifos y manijas de puertas de baños.

Lávate las manos antes de preparar la comida o involucrarte con algún alimento

Lávate las manos antes de preparar la comida o involucrarte con algún alimento
Procura siempre lavarte bien las manos con agua y jabón antes de preparar una comida. Recuerda que, a lo largo del día, son ellas quienes entran en contacto con una variedad de bacterias y virus que pueden causar enfermedades. Realizar un lavado correcto reduce el riesgo de propagar enfermedades. Para hacerlo recuerda:
Lávalas minuciosamente con jabón y agua caliente después de tocar los alimentos y antes de realizar la siguiente función de trabajo. 
Sécate siempre las manos con una toalla limpia. 
Adicional a esto tu cabello también puede contener gérmenes, así que manténlo recogido y usa una redecilla.

Mantén las superficies de contacto limpias

Mantén las superficies de contacto limpias
Mantén las superficies de contacto limpias
Recuerda que es imprescindible la limpieza y desinfección adecuada de todas las superficies de contacto y los utensilios, según los expertos en higiene alimentaria, ya sea en tu casa y restaurante; debido a que los residuos de alimentos generalmente pueden quedar atrapados en lugares como las grietas del mostrador y entre los dientes de las horquillas. Las instalaciones y equipos insalubres pueden ser fuente de propagación de organismos nocivos para alimentos y salud de las personas. En el caso de las cucarachas, moscas, ratones y demás plagas, pueden propagar enfermedades en la contaminación de los alimentos, equipos, utensilios y demás en la zona de la cocina. 
Evita la contaminación cruzada Procura evitar la preparación de carne cruda y frutas o verduras crudas en la misma superficie al mismo tiempo, esto con el objetivo de disminuir la probabilidad de la contaminación cruzada y de generar una transferencia microbiana. Por ejemplo,limpia o corta las carnes en diferentes momentos y superficies que la lechuga.

Desinfectar el equipoEn algunos casos, ciertos utensilios de la cocina pueden ser complejos de limpiar, sin embargo, es justo en esos en los que debes prestar atención, ya que son las partes internas las más probables que un alimento se atasque y crezcan a partir de ahí las bacterias. Puede parecer una tarea demorada, sin embargo, es preciso realizar una limpieza adecuada y una desinfección eficiente. Por ejemplo, aquellos equipos que manejan alimentos con alto contenido de humedad y alimentos secos como las nueces, pueden ser complejos de limpiar. 

Genera un ambiente de buena limpiezaEs importante, así como en la desinfección del equipo, contemplar la limpieza y mantenimiento básico en las áreas de la cocina donde se mantienen y se preparan los alimentos. Así mismo, de requerirse, procura utilizar productos químicos que te ayuden a mantener y controlar las plagas. 
Recomendaciones de seguridad en la cocina Las medidas de seguridad en la cocina son fundamentales para garantizar la seguridad de tu equipo de trabajo, recuerda que es posible evitar accidentes teniendo en cuenta las siguientes recomendaciones:

Recogerte el cabello te ayudará a mantener la calidad e higiene de los alimentos, también te ayudará en la prevención de incidentes relacionados con cabellos enredados, entre otros.
Procura mantener las toallas de papel lejos del fuego, ya que esto, junto con las bolsas son amenazas en el momento de un incidente, así que procura alejarlas de zonas como la estufa.
Evita, de lo posible, que la zona de tolerancia al cigarrillo esté alejada de la cocina y del espacio público. Recuerda también evitar manipular elementos inflamables que puedan perjudicar la cocina y cualquier otro espacio.
Procura elegir una vestimenta de trabajo un poco justa al cuerpo, esto con el objetivo de en caso de estar en contacto con el fuego, se propague rápidamente.
Sé cuidadoso al utilizar estufas y hornos, ventila la cocina y aquellos utensilios o herramientas que utilizan gas. Hazlo antes de encender la cocina, el horno o cualquier electrodoméstico que funcione con él, para evitar acumulaciones que puedan generar inflamación.
Recuerda llevar a reparar los aparatos electrónicos por expertos, ya que es recomendable evitar su uso o manipulación si está presentando fallas.
Impulsa la seguridad y reduce los accidentes con espacios de trabajo libres de obstáculos, ya que puede significar una caída. 
Para evitar incendios en la cocina
Asegúrate de que las llaves del gas estén totalmente cerradas
Desconecta aparatos eléctricos existentes a tu alrededor como hornos, freidoras, licuadoras, entre otros.
Procura mantener limpias las campanas de extracción. 
Informa algunas anomalías frente a la conexión de gas como fugas.
Mantén despejados los accesos y salidas de la cocina.
Verifica que los extintores de la cocina estén vigentes y funcionales. 
Ten siempre a la mano tapaderas para sofocar el fuego de aceite en freidoras y sartenes.
Las cocinas limpias y seguras reducen los riesgos de intoxicación por la mala manipulación de alimentos, siempre y cuando se tomen las precauciones necesarias para evitarlo. Recuerda también tener todos tus utensilios de seguridad vigentes, contemplando los anteriores consejos para evitar la posibilidad de caídas, incendios, cortes y otras situaciones peligrosas en la cocina.
OPERACIÓN GENERAL 




El concepto general de la preservación de los alimentos es prevenir o evitar el desarrollo de microorganismos (bacterias, levaduras y mohos), para que el alimento no se deteriore durante el almacenaje. Al mismo tiempo, se deben controlar los cambios químicos y bioquímicos que provocan deterioro. De esta manera, se logra obtener un alimento sin alteraciones en sus características organolépticas típicas (color' sabor y aroma), y puede ser consumido sin riesgo durante un cierto período (no inferior a un año).
Recientemente, ha habido muchas innovaciones en los procesos industriales de alimentos. Las técnicas que se practican hoy en la preservación de los alimentos tienen diferentes grados de complicación, desde los antiguos métodos de fermentación y de secado solar, hasta la irradiación y la deshidratación por congelación. Cuando se consideran las técnicas relevantes de preservación de alimentos en la industria de pequeña escala, se debe limitar la discusión a la aplicación de los métodos más sencillos.
Estos incluyen:
- La conservería
- Los concentrados
- Los fermentados
- Los deshidratados

OPERACIONES PRELIMINARES

Estas operaciones consisten en el lavado, selección, pelado, trozado o molienda, escaldado y otros.

La materia prima tiene que ser procesada lo antes posible (entre 4 y 48 horas después de la cosecha) de manera de evitar el deterioro. Estas operaciones preliminares se requieren para procesar todas las frutas y hortalizas, las que deben, generalmente, ser lavadas antes de pasar a otras etapas (cebollas y repollos, por ejemplo, serán lavados después de remover los catáfilos y hojas externas, respectivamente).

LAVADO

El lavado es una operación que generalmente constituye el punto de partida de cualquier proceso de producción para frutas y hortalizas. Normalmente es una operación que a pequeña escala se realiza en estanques con agua recirculante o simplemente con agua detenida que se reemplaza continuamente.
La operación consiste en eliminar la suciedad que el material trae consigo antes que entre a la línea de proceso, evitando así complicaciones derivadas de la contaminación que la materia prima puede contener. Este lavado debe realizarse con agua limpia, lo más pura posible y de ser necesario potabilizada mediante la adición de hipoclorito de sodio, a razón de 10 ml de solución al 10% por cada 100 litros de agua.
Es aconsejable ayudarse con implementos que permitan una limpieza adecuada del material, de manera de evitar que la suciedad pase a las etapas siguientes del proceso.


SELECCIÓN


Una vez que la materia prima está limpia, se procede a la selección, es decir, a separar el material que realmente se utilizará en el proceso del que presenta algún defecto que lo transforma en material de segunda por lo que será destinado a un uso diferente o simplemente eliminado.
Esta selección se realiza en una mesa adecuada a tal propósito o en una cinta transportadora en el caso de contar con una instalación de pequeña escala semimecanizada. Se trata, entonces, de separar toda fruta u hortaliza que no presente uniformidad con el lote, en cuanto a madurez, color, forma, tamaño, o presencia de daño mecánico o microbiológico.
Algunas veces para apreciar la uniformidad o la calidad de un material es necesario cortarlo en dos para verificar su interior. La uniformidad es un factor de calidad relevante, ya que se le da la mayor importancia a que el material sea homogéneo y uniforme. La selección cumple la función de producir tal homogeneidad.


PELADO O MONDADO


Es otra operación que se realiza regularmente. Consiste en la remoción de la piel de la fruta u hortaliza. Esta operación puede realizarse por medios físicos como el uso de cuchillos o aparatos similares, también con el uso del calor; o mediante métodos químicos que consisten básicamente en producir la descomposición de la pared celular de las células externas, de la cutícula, de modo de remover la piel por pérdida de integridad de los tejidos.
El pelado es una operación que permite una mejor presentación del producto, al mismo tiempo que favorece la calidad sensorial al eliminar material de textura más firme y áspera al consumo. Además, la piel muchas veces presenta un color que es afectado por los procesos térmicos normalmente usados en los métodos de conservación.



TROZADO


Una operación usualmente incluida en los diversos procesos de conservación, es el trozado. Esta es una operación que permite alcanzar diversos objetivos, como la uniformidad en la penetración del calor en los procesos térmicos, la uniformidad en el secado y la mejor presentación en el envasado al lograr una mayor uniformidad en formas y pesos por envase. En el caso específico del secado, el trozado favorece la relación superficie/volumen, lo que aumenta la eficacia del proceso.
El trozado debe realizarse teniendo dos cuidados especiales. En primer lugar, se debe contar con herramientas o equipos trozadores que produzcan cortes limpios y nítidos que no involucren, en lo posible, más que unas pocas capas de células, es decir, que no produzcan un daño masivo en el tejido, para evitar los efectos perjudiciales de un cambio de color y subsecuentememte un cambio en el sabor del producto. Además, el trozado debe ser realizado de tal modo que permita obtener un rendimiento industrial conveniente. Siempre se debe buscar la forma de obtener un trozado que entregue la mayor cantidad posible de material aprovechable.



ESCALDADO

Es otra operación de amplio uso en el procesamiento de frutas y hortalizas. Corresponde a un tratamiento térmico usado con el propósito de acondicionar el material en diversos sentidos: ablandarlo para obtener un mejor llenado de los envases, inactivasr enzimas deteriorantes causantes de malos olores, malos sabores y fallas del color natural del producto.
Esta es una operación que debe ser cuidadosa, es decir, debe ser muy controlada en cuanto a la magnitud del tratamiento térmico en nivel de temperatura y período de aplicación. Además, el tratamiento debe ser detenido en forma rápida mediante un enfriamiento eficiente. Siempre es preferible un tratamiento de alta temperatura por un período corto. Además, es mejor un escaldado realizado mediante el uso de vapor, que el uso de agua caliente, debido principalmente a la pérdida de sólidos solubles, como las vitaminas hidrosolubles, que ocurren en el segundo caso.
La forma más común de efectuar este tratamiento es sumergiendo el producto contenido en una bolsa o en un canasto en un baño de agua hirviendo o en una olla que tenga una pequeña porción de agua formando una atmósfera de vapor saturado a alta temperatura. En un sistema más mecanizado, se puede usar un túnel de vapor con cinta continua o un transportador de cadena que se sumerge en un baño de agua caliente. En ambos casos se usa un juego de duchas de agua para el enfriamiento.
Las operaciones antes descritas, son de aplicación general, en diversos procesos. Sin embargo, existen algunas que son de aplicación más específica como el descarozado, el descorazonado, el palpado y otras que deben ser estudiadas con cuidado en cada caso para establecer la mejor forma de llevarlas a cabo. Desarrollar una descripción detallada de cada una de ellas es imposible dentro de los límites del presente manual, por lo tanto se recomienda usar los mismos criterios generales de calidad ya descritos para implementar dichas operaciones específicas.


PRINCIPIOS DE CONSERVACIÓN DE LOS ALIMENTOS


La preservación de alimentos puede definirse como el conjunto de tratamientos que prolonga la vida útil de aquéllos, manteniendo, en el mayor grado posible, sus atributos de calidad, incluyendo color, textura, sabor y especialmente valor nutritivo.
Esta definición involucra una amplia escala de tiempos de conservación, desde períodos cortos, dados por métodos domésticos de cocción y almacenaje en frío, hasta períodos muy prolongados, dados por procesos industriales estrictamente controlados como la conservería, los congelados y los deshidratados.
Si se considera la estabilidad microbiana, los métodos de preservación por un periodo corto como la refrigeración, son inadecuados después de algunos días o semanas de acuerdo a la materia prima, puesto que se produce un desarrollo microbiano acelerado.
En el caso de los procesos industriales, donde la conservación se realiza por la esterilización comercial, deshidratación o congelado, el desarrollo microbiano es controlado hasta el punto en que el alimento que se elabora es seguro para su consumo. Además, se debe tener en cuenta que el uso de envases adecuados es particularmente importante, considerando que los procesos no tendrían ninguna validez si su envase no evita la contaminación posterior.
La preservación de frutas y hortalizas está dada por la utilización integral o parcial de la materia prima. En algunos casos se necesita agregar durante el proceso un medio de empaque, como jarabe o salmuera, y en otros se usa la materia prima sola sin agregados, como en los congelados. La materia prima puede transformarse, formularse en forma diferente, dependiendo del producto que se desea obtener, por ejemplo, hortalizas en salsa, sopas, jaleas, encurtidos (pickles) y jugos.
Para una misma materia prima se pueden considerar diversas posibilidades de proceso, las que originarán distintos productos. Es así como en el caso de la piña, por ejemplo, se puede obtener conservas en rodajas o tiras; pulpas o jugos, todos a partir de la misma materia prima.
En forma general, los métodos de conservación se pueden clasificar en tres tipos:

Métodos de preservación por períodos cortos

- Refrigeración
- Almacenaje refrigerado con atmósfera modificada
- Tratamientos químicos superficiales
- Condiciones especiales de almacenaje
- Sistemas de embalaje que involucran modificación de atmósfera

Métodos de preservación por acción química

- Preservación con azúcar
- Adición de anhídrido sulfuroso
- Conservación por fermentación y salado
- Tratamiento con ácidos (adición de vinagre)
- Uso de aditivos químicos para control microbiano

Métodos de preservación por tratamientos físicos

- Uso de altas temperaturas
- Uso de bajas temperaturas
- Uso de radiaciones ionizantes
La mayoría de estos métodos involucra una combinación de técnicas. Por ejemplo, existe una combinación entre congelación y deshidratación y conservas, pasteurización y fermentación. Además de la necesidad de contar con envases y embalajes adecuados que aseguren la protección del alimento contra microorganismos.
Los métodos de conservación que se mencionarán en este manad, dada su naturaleza, son: las conservas, la pasteurización, la conservación por adición de sólidos solubles (azúcar), la adición de ácido (vinagre) y el secado natural de frutas y hortalizas.



PRESERVACIÓN MEDIANTE ALTAS TEMPERATURAS


Entre los procesos que usan días temperaturas como medio de conservar los alimentos, se encuentran las conservas y los productos pasteurizados (jugos, pulpas). Estos procesos térmicos involucran la esterilización o pasteurización en frascos, botellas, u otros envases con la misma función. Además existen otros envases como los tarros de hojalata y la esterilización de productos a granel y luego su envasado aséptico.
Esterilización comercial
La esterilización, como método de conservación puede ser aplicado a cualquier producto que haya sido pelado, trozado o sometido a otro tratamiento de preparación, provisto de un envase adecuado y sellado en forma hermética de manera de evitar la entrada de microorganismos después de la esterilización y también la entrada de oxígeno. El envase debe presentar condiciones de vacío para asegurar la calidad del producto.
El objeto de la conservería, cuyo punto principal es la esterilización comercial, es destruir los microorganismos patógenos que puedan existir en el producto y prevenir el desarrollo de aquellos que puedan causar deterioro en el producto.
La esterilización evita que sobrevivan los organismos patógenos o productores de enfermedades cuya existencia en el alimento y su multiplicación acelerada durante el almacenamiento, pueden producir serios daños a la salud de los consumidores. Los microorganismos se destruyen por el calor, pero la temperatura necesaria para destruirlos varia. Muchas bacterias pueden existir en dos formas, vegetativa o de menor resistencia a las temperaturas, y espatulada o de mayor resistencia. El estudio de los microorganismos presentes en los productos alimenticios ha llevado a la selección de ciertos tipos de bacterias como microorganismos indicadores de éxito en el proceso.
Los microorganismos indicadores son los más difíciles de destruir mediante los tratamientos térmicos, de manera que si el tratamiento es eficiente con ellos lo será con mayor razón con aquellos microorganismos más termosensibles.
Uno de los microorganismos más usados como indicador para procesos de esterilización comercial es el Clostridium botulinum, el cual es causante de serias intoxicaciones debido a alimentos de baja acidez, o conservados en ambiente de vacío, dos de las condiciones para la producción de toxinas por el microorganismo.
El calor destruye las formas vegetativas de los microorganismos y reduce a un nivel de seguridad las esporas, es decir, las formas resistentes de los microorganismos, asegurando que el producto pueda ser consumido sin problemas por el ser humano.
Los productos que pueden ser sometidos al proceso de conservación por esterilización comercial son muy variados. Las frutas en general pueden ser procesadas de esta manera, siendo las piñas y las guayabas dos ejemplos de estos productos. Son productos ácidos y, en relación al Clostridium botulinum son altamente seguros, pues el microorganismo no encuentra a ese nivel de acidez las condiciones adecuadas para producir la toxina, que es altamente efectiva y mortal en el ser humano. Productos de baja acidez como la mayoría de las hortalizas, pueden estar contaminadas con el microorganismo y producir la toxina durante el almacenaje.
Por las razones antes expuestas, no es aconsejable procesar hortalizas de baja acidez en condiciones domésticas o artesanales que no permitan un adecuado control del proceso.
Pasteurización
Su aplicación es fundamental para los productos, como pulpas o jugos, que nos interesan para los fines de este curso.
Corresponde a un tratamiento térmico menos drástico que la esterilización, pero suficiente para inactivar los microorganismos causantes de enfermedades, presentes en los alimentos. La pasteurización, inactiva la mayor parte de las formas vegetativas de los microorganismos, pero no sus formas esporuladas, por lo que constituye un proceso adecuado para la conservación por corto tiempo. Además, la pasteurización ayuda en la inactivación de las enzimas que pueden causar deterioro en los alimentos. De igual modo que en el caso de la esterilización, la pasteurización se realiza con una adecuada combinación entre tiempo y temperatura.
La elaboración de jugos y pulpas permite extender la vida útil de las frutas y algunas hortalizas. Ello es posible gracias a la acción de la pasteurización que permite la disminución considerable de los microorganismos fermentativos que contribuyen a acidificar el jugo a expensas de los azúcares presentes en él.
La pasteurización de los jugos, clarificados o pulposos y de las pulpas de las frutas, permite la estabilización de los mismos para luego conservarlas mediante la combinación con otros métodos como la refrigeración y la congelación, todo lo cual contribuirá a mantener la calidad y la duración del producto en el tiempo.
Secado
La preservación de alimentos a través de la remoción de agua, es probablemente una de las técnicas más antiguas que existen. En el pasado, el proceso se simplificaba poniendo directamente el producto al sol, esparcido en el suelo sobre sacos, esteras de hojas de plantas e incluso directamente en el suelo desnudo.
Hoy, la calidad de los productos secos ha mejorado debido a una serie de factores, entre los cuales se cuentan los siguientes.
- El uso de equipos deshidratadores para el secado solar y artificial, aumentando la eficiencia de la deshidratación.
- El uso de pretratamientos químicos para la mejor conservación de color, aroma y sabor de los productos.
El principio básico en el cual se fundamenta la deshidratación es que a niveles bajos de humedad, la actividad de agua disminuye a niveles a los cuales no pueden desarrollarse los microorganismos ni las reacciones químicas deteriorantes.
En general, hortalizas con menos de 8% de humedad y frutas con menos de 18% de humedad residual no son sustratos favorables para el desarrollo de hongos, bacterias ni reacciones químicas o bioquímicas de importancia.
Existen reacciones, como las de empardeamiento no enzimático, que pueden desarrollarse a velocidades reducidas, en ambientes con bajo nivel de agua, pero requieren de altas temperaturas ambientales. Otras reacciones son las de oxidación de las grasas, las cuales pueden llevarse a cabo a contenidos de agua muy reducidos, pero que son aceleradas por luz y temperatura. Así, el envasado y el ambiente en que se mantienen los productos deshidratados resulta de mucha importancia para la buena conservación de los mismos.
Las frotas y hortalizas pueden ser secadas en aparatos sencillos como los mostrados en la fotografía 8 y siguientes, obteniéndose productos de mejor calidad que cuando se secan al sol simplemente esparcidos en el suelo.
Es muy importante evitar la contaminación con polvo y otras sustancias que pueden ser portadoras de microorganismos resistentes a las bajas humedades, como por ejemplo excrementos u orina de roedores o animales domésticos, productos químicos, pesticidas y otros. Se debe tener mucho cuidado con los lugares usados para realizar el secado. Todos estos riesgos son disminuidos en forma significativa cuando se emplean elementos como los de las fotografías 8 a 12.
El tiempo de secado y la humedad final del producto, dependerán de la localización del secador, de las condiciones climáticas del lugar y de las características del producto, secándose más rápido el material trozado en pequeñas porciones y con una mayor superficie de secado.
El manejo del proceso de secado debe ser cuidadoso si se desea tener un producto de calidad. Muchas veces es necesario un secado a la sombra para mantener las características sensoriales del producto como color, aromas y textura adecuados.



CONSERVACIÓN MEDIANTE ADICIÓN DE AZÚCAR 



La adición de azúcar se usa fundamentalmente en la elaboración de mermeladas, jaleas y dulces. Esto involucra hervir la fruta, adicionar el azúcar en cantidades variables dependiendo de la fruta y el producto a preparar, y continuar hirviendo hasta que alcance el nivel de solidos solubles que permita su conservación.
La adición de azúcar más ciertas sustancias de las frutas producen la consistencia de gel que conforma la textura de las mermeladas y jaleas. Para lograr esto es necesario que exista un nivel de acidez y un porcentaje de azúcar adecuados. Algunas frutas no tienen la sustancia llamada pectina en cantidad suficiente para formar un gel adecuado, en cuyo caso es necesario agregarles una pectina exógena. Existe diferencia entre las manzanas o cítricos y los berries, como la frambuesa o la frutilla. En los primeros hay un alto nivel de pectina, no así en los segundos.
Durante el proceso de hervir la fruta con el azúcar, la sacarosa -que es el azúcar agregado- se desdobla en parte en sus componentes, fructosa y glucosa, lo que permite dos importantes efectos en el producto, mayor solubilidad que evita la cristalización y, por otra parte, un mayor dulzor. Este proceso se denomina inversión de la sacarosa.
Las mermeladas y los otros productos nombrados se conservan debido a un principio denominado actividad de agua. La actividad de agua es la disponibilidad de agua libre para reaccionar y permitir el desarrollo de los microorganismos. Mientras menor sea la actividad de agua, menor la incidencia de reacciones deteriorantes y microorgenismos.
El nivel de agua en las mermeladas permite el desarrollo de mohos. De esta manera, si se desea conservar el producto se debe contar con el uso de vacío en su envasado, mediante el llenado en caliente o, el uso de sustancias químicas fungistáticas, como benzoato de sodio y sorbato de potasio, que impiden el desarrollo fungoso. De ser posible, siempre es mejor la primera alternativa, aunque requiere de envases de vidrio que son mas caros.



CONSERVACIÓN MEDIANTE REGULACIÓN DEL PH

La mayor parte de los alimentos podrían conservarse en buenas condiciones microbiológicas cuando el medio tiene un pH menor de 4.0, de modo que se han desarrollado, para frutas y hortalizas, una serie de métodos que persiguen controlar el pH mediante la producción endógena de ácido o por adición exógena de algún ácido orgánico como el acético, el cítrico e incluso el láctico.
La acidificación de hortalizas de baja acidez para poder procesarlas mediante esterilización comercial, con períodos cortos a temperaturas de alrededor de 100° C, es una metodología muy práctica para trabajar a pequeña escala, incluso a escala artesanal.
La preparación de encurtidos (pickles) de diversas hortalizas, mediante una fermentación natural con producción de ácido láctico, es también un método muy adecuado de conservación para pepinillos, cebollitas, zanahorias, ají, y otras que regularmente se comercializan en grandes volúmenes en todo el mundo.
Lo importante es controlar el pH hasta un nivel de alrededor de 3.5, de manera de tener un nivel de acidez adecuado para obtener un producto de agradable sabor en términos de ácido láctico. Este es producido naturalmente, por la fermentación de sustratos constituyentes del material, por acción de microorganismos presentes en él.
La acidez de un encurtido que ha sido preparado por adición de ácido acético o vinagre, debe ser de alrededor de 4% y hasta 6%, expresado en acidez cítrica. Además del ácido los encurtidos son adicionados de sal, la cual tiene una reconocida propiedad antiséptica y, en niveles adecuados puede asegurar una buena calidad del producto por mucho tiempo, además de dar buenas características sensoriales de textura y sabor al producto.
Es necesario enfatizar el hecho de que estos procesos de fermentación natural en salmuera, son desarrollados por microorganismos que actúan en condiciones anaeróbicas, es decir, para obtener un buen producto, es necesario asegurar condiciones de baja tasa de oxígeno en el sistema.
El producto se sumerge en salmuera o se adiciona de sal seca en pequeño volumen (en el repollo para fermentado) y se le dan condiciones de anaerobiosis en una bolsa de polietileno o en un depósito lo más hermético posible.
La temperatura es un factor importante en este tipo de proceso, debiendo ser no inferior a 15° C, con mejores resultados a 25° C.


APLICACIÓN DE PROCESOS


Como ya se ha establecido, el procesamiento a pequeña escala industrial no difiere demasiado del artesanal en cuanto a principios se refiere. La gran diferencia radica en los procedimientos y las instalaciones con que se cuenta en una planta mínimamente industrializada.
Los procesos son similares a los ya analizados pero con un volumen mayor, lo que hace necesario mayor control de los ingredientes, de modo de poder comprobar durante el proceso mismo cualquier problema que se presente.
Todos los productos que se detallan se pueden aplicar de la misma manera a un proceso a pequeña escala, solamente deberemos cambiar los peroles por pailas de doble fondo, normalmente de acero inoxidable, alimentadas con vapor condensante (caldera). El proceso se hace más eficiente debido a las ventajas del sistema de calefacción por vapor, los tiempos de preparación son menores y también los controles deberán ser más rápidos.
Por otra parte las cantidades de materia prima deberán ser mayores, lo que obliga a una promoción mayor que en el caso del proceso artesanal. Sin embargo, un buen proceso artesanal requiere también de una planificación en términos de materias primas e insumos, por lo que no es muy grande la diferencia.
En un proceso de pequeña escala industrial, las instalaciones fijas en un recinto más sólido tienen algunos inconvenientes de rigidez? especialmente para pequeñas partidas de materias primas.


Chiffonade o chifonada

El corte es más fino que el corte juliana. Utilizado principalmente en verduras con grandes hojas. Se enrollan las hojas y se corta en tiras alargadas y muy finas. Se suele emplear en verduras como la lechuga, espinacas, albahaca, hojas de endibia, acedera, etc.

 

 

 

 

Chips

Se trata de tajadas redondas muy finas. Generalmente se usa en papas, camotes y plátanos. El corte es más parejo y preciso si se utiliza mandolina. Ejemplo: chifles.

 

 

 

 

 

Emincé

Este corte consiste en tiras gruesas de 1 cm. de ancho por 4 de largo aproximadamente.

 

 

 

 

 

Giratorio

Es un tipo de corte de verduras alargadas que procede de la cocina asiática. Se cortan las verduras en sentido diagonal al longitudinal (sesgado). Tras el primer corte se le da a la verdura un giro de 45° y entonces se efectúa el siguiente corte de la misma manera.

 

 

 

 

 

Hilo o paja

Primero se cortan rebanadas y luego tiras bien finitas. Un ejemplo son las patatas paja o pommes paille.

 

 

 

 

 

Jardinera

Corte en cubos de 6 mm x 6 mm.

 

 

 

 

 

 

Juliana

Tiras finas de aproximadamente 4 cm. de largo. Si la verdura es grande se corta primero en rebanadas y luego en tiritas delgadas. En el caso de verduras planas, por ejemplo pimiento, apio, vainitas, cortar sesgado y bien finito. La Juliana es una técnica culinaria que consiste en cortar las verduras en tiras alargadas y muy finas, con ayuda de un cuchillo o de una mandolina. Antiguamente, el corte en Juliana se denominaba cincelar y era de las primeras técnicas que se enseñaban en cocina.

 

 

Macedonia

Es un tipo de corte en dados pequeños de fruta.

 

 

 

 

 

Mirepoix

Es la combinación de verduras cortadas en pequeños dados de 1 cm y medio. Pueden ser irregulares.

 

 

 

 

 

 

Noisette

Son pequeñas bolitas del tamaño de una avellana que se sacan empleando una cucharita especial llamada sacabocado o boleador. Se utiliza para frutas y verduras. Ejemplo: noisette de melón, de sandía, de papaya o lo que se te ocurra. Este término también se utiliza para nombrar a la mantequilla ligeramente tostada o a “punto de avellana”.

 

 

 

Parisien

Este corte consiste en bolitas más grandes que las logradas en el corte noisette, y suele utilizarse para hacerlas un boleador más grande. Se aplica en frutas y verduras. Cuando las noisettes o parisiennes se hacen con papas, éstas toman el nombre de pommes rissolete o patatas risoladas.

 

 

 

 

Parmentier

Es un tipo de corte que consiste en cubos de aproximadamente 2 cm. Generalmente se aplica a patatas, aunque algunas veces se hace referencia a este corte en verduras y carnes. Las elaboraciones a bases de patatas también se suelen llamar “Parmentier” en honor a Antoine Parmentier, nutricionista francés que introdujo su utilización en la cocina europea.

 

 

 

Pluma

Es el Corte Juliana aplicado exclusivamente a la cebolla de manera muy fina y longitudinal, aprovechando en algunos casos, el nudo de la cebolla para dar aspecto de “abanico”.

 

 

 

 

 

 

Van Dyke

Es un tipo de corte decorativo. Se utiliza generalmente en frutas y verduras de forma redondeada. Se hace cortes en forma de zig zag. Existen en el mercado cuchillos especiales que nos ayudan a realizar este corte con más precisión e igualdad.

 

 

 

 

 

Vichy

Este es un tipo de corte exclusivo de verduras alargadas, anillos de 2 a 3 centímetros de grosor. Es muy importante que el tamaño sea parejo. Corte exclusivo para las verduras alargadas. Dentro de las posibilidades de este corte está el Vichy Maigre (rodajas delgadas) y el Vichy Gros (rodajas gruesas).

 

 

 

 

 

Corte bastón

Es un corte rectangular de 6 a 7 centímetros de largo por 1 cm. de ancho. Se utiliza principalmente en papas fritas y en otras verduras para guarnición (como zanahorias). Primero se cortan rebanadas y luego los bastones tratando que el tamaño sea uniforme.

 

 

 

Brunoise

Es un corte que se utiliza principalmente en verduras o frutas formando cuadritos de aproximadamente 0.5 cm. de grosor. Se corta primero rebanadas, y luego se hacen cortes parejos primero horizontales y luego verticales. Comúnmente se le conoce como a la jardinera. Cuando es para aderezos se dirá Brunoise fino. Ejemplo: aderezo de cebolla. Se puede decir también que es una forma de cortar verduras en pequeños dados (de 1 a 2 mm de lado) sobre una tabla de cortar. Este tipo de corte puede hacerse con una enorme variedad de vegetales o verduras. Quedan de esa forma unos cuadritos de aproximadamente 0.5 cm de grosor.

 

 

 

Cascos, cuartos o gajos

Este corte generalmente se utiliza en papas, huevos duros y tomates. Como su mismo nombre lo dice es cortar en cuatro trozos a lo largo. Dependiendo del tamaño del ingrediente el número de gajos puede aumentar. Ejemplo: cebolla para escabeche, tomate para lomo saltado, huevos duros para adornar, etc.

 

 

 

 

Concasse

Es un tipo de corte exclusivo para el tomate pelado y sin semillas. Ejemplo: tomate para ensalada, guisos o guarnición

 

 

 

 

 

Château o Torneado Clásico

Por lo general se utiliza para guarniciones de papas, zanahorias, zapallitos italianos (zucchini), etc., que una vez torneados se cuecen al dente. El método francés prescribe siete cortes. Se pueden saltear en mantequilla y espolvorear perejil picado y deshidratado.

 








bibliográfica

https://www.repagas.com/tipos-de-corte/

https://aprende.com/blog/gastronomia/tecnicas-culinarias/recomendaciones-de-seguridad-e-higiene-en-la-cocina/

https://tecnicasculinariasdecris.blogspot.com/2019/04/operaciones-preliminares-en-la-cocina.html

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